miércoles, 2 de diciembre de 2009

Las Ruinas de Cartago.


Con este nombre se conoce a los remanentes de lo que hubiese sido la imponente Iglesia de Santiago ubicada en el centro de la ciudad de Cartago, antigua capital colonial de Costa Rica.

Siendo la población aún existente más longeva del país, Cartago surgió como el más importante lugar durante la colonia en el campo político, económico, social y desde luego el religioso. Ligado desde siempre a un fervor católico especializado (sede de la Basílica de los Ángeles, lugar de peregrinación masiva año con año) posee una singular colección de templos, pero históricamente siempre tuvo problemas con su Iglesia Mayor, permanente afectada por terremotos. Finalmente el sismo de San Antolín en 1841 destruyó el templo existente, y dio inicio al proyecto de construir una obra que superara a cualquier edificación costarricense. Hacia 1862 unos planos de un distinguido inmigrante prusiano Francisco Kurtze (quien entre otras cosas también estuvo metido en la aventura del ferrocarril al Atlántico, unos años antes que Minor Keith) fueron aprobados y la estructura se comenzó a levantar en 1870, aunque no se avanzó mucho en ella y quedó paralizada.
Luego en 1904 se retomaron la obras con más ahínco hasta que el 4 de mayo de 1910 el devastador terremoto de Santa Mónica dejó a Cartago convertida en escombros. La iglesia quedó inconclusa desde entonces, entre las discusiones de quienes querían terminarla, o bien derribarla.


La "Campana de la Libertad", bajo la cual cada año se celebra de manera oficial la independencia de Costa Rica. Como nota curiosa hace algunos años unos maleantes llegaron y a vista y paciencia de todo el mundo estuvieron a punto de robársela para fundirla. Un par de empleados de la vecina municipalidad evitaron el bochorno.


La majestuosa obra alcanza a mostrar un estilo románico de paredes gruesas y un espacioso interior. Habiendo alcanzado un estado crítico de abandono hace casi una década comenzaron los trabajos de restauración (entre 300 y 400 millones de colones) que le han devuelto la estabilidad estructural y el adorno de hermosos jardines internos y exteriores limpios. Frente a su fachada se conserva una calle decimonónica con su desague central. En una esquina diagonal está el sitio histórico donde se supo de la independencia de Costa Rica.

De fácil acceso y rodeado del comercio cartaginés resulta un atractivo lugar para visitar cuando se está en la vieja metrópoli.

1 comentario:

  1. Una bella estructura, da mucho lugar para imaginar como habría sido al terminarse. De hecho, ¿Existirá el plano o los bocetos para ver realmente como se habría visto en caso de terminarse?

    Saludos.

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